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Un nuevo sistema monetario internacional

El diputado Serguei Glaziev, un renombrado economista y candidato presidencial ruso, puso la propuesta de crear un Nuevo Bretton Woods —es decir, un nuevo sistema monetario internacional— al frente de su plataforma electoral. Glaziev no es un político cualquiera. Ya a los 32 años de edad era el titular de la cartera de Relaciones Económicas Extranjeras en el gabinete ruso, cargo del que renunció por principios cuando el entonces presidente Boris Yeltsin disolvió el Parlamento y derogó la Constitución.

Ha desempeñado un papel destacado en la Duma, el parlamento ruso. En 2001, cuando presidía la Comisión de Política Económica, invitó a Lyndon LaRouche a ser el testigo principal en una audiencia sobre cómo proteger a las economías nacionales bajo condiciones de desintegración económica mundial. El pasado 7 de diciembre, él y el partido que recién fundara, Rodina (Patria), dieron la gran sorpresa al convertirse en una de las grandes fuerzas en la Duma, sobrepasado a partidos más establecidos, como el SPS de Anatoli Chubais, el favorito del FMI y de los gallinazis de EU. Esa victoria, dijo entonces Glaziev, fue “la victoria de nuestro programa de justicia social y crecimiento económico basado en el progreso científico y tecnológico. Este es un programa nacional, no un programa partidista, desarrollado sobre bases científicas en la Academia de Ciencias de Rusia”.

Ahora propone un programa internacional: que Rusia tome la iniciativa de “formar una nueva arquitectura financiera mundial” para encarar “la inevitable depresión de todo el sistema financiero mundial por la pérdida de control de Estados Unidos sobre la emisión de su propia moneda”.

Glaziev recuerda que por años estuvo “advirtiéndole a nuestras autoridades bancarias y monetarias que la dependencia excesiva de Rusia del dólar estadounidense, la acumulación de nuestras reservas monetarias en dólares”, era “una política miope”. No le hicieron caso, y en los dos años hasta febrero de este año, Rusia perdió veinte mil millones de dólares debido a la devaluación del dólar.

“Debemos apartarnos de la dependencia excesiva del sistema financiero mundial en la moneda de un solo país, y cambiar a un sistema de relaciones financieras y monetarias de igualdad”. Por varias razones, ni China ni los países de la Unión Europea pueden tomar la iniciativa. “Sólo Rusia —dice Glaziev— puede al presente: 1) dar pasos activos para transformar al rublo en una moneda de reserva internacional; y, 2) proponerle a todos los países cambiar a un sistema paritario de relaciones financieras y monetarias en beneficio mutuo, rechazando el empleo de la moneda nacional de un solo país como la moneda mundial”. Rusia puede hacerlo porque es una de las pocas naciones del mundo cuya élite se ve a sí misma como la dirigencia de una potencia mundial.

Qué diferencia entre el pronunciamiento del candidato presidencial ruso Glaziev y lo que dicen los candidatos presidenciales estadounidenses, aparte de LaRouche, por supuesto. Lo que plantea Glaziev es absolutamente cierto. La pobreza, la falta de empleo, los términos desiguales del comercio y la intolerable carga de la deuda sólo pueden resolverse declarando en bancarrota el presente sistema, y organizando un nuevo sistema justo y estable mediante acuerdos entre Estados nacionales soberanos.

También en Brasil, la nación más grande de Iberoamérica y su principal potencia económica, otro amigo de LaRouche y homólogo de Glaziev, el diputado Enéas Carneiro, quien fue elegido al Congreso brasileño por un millón y medio de votos, la más grande votación que jamás haya obtenido un candidato a diputado, también insistió que la idea de LaRouche de un Nuevo Bretton Woods es “sensacional”. En una entrevista exclusiva que publicaremos en nuestro próximo número, el doctor Enéas expresó su beneplácito con la propuesta de Glaziev. “La idea de que todos los países se sentasen en la mesa, liderados por algunos, como Rusia, y se llegase a una fórmula saludable. . . con una nueva moneda, con la quiebra del patrón dólar. Se puede decir que esta idea es una cosa muy bonita”. Añadió, “yo presento la ruptura, no sólo con el Fondo Monetario, sino también con el Banco Mundial”. Eso causará problemas a corto plazo, “pero tendríamos una luz al frente, en el horizonte”.



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